lunes, noviembre 28, 2005

III Parte - RELACION ENTRE INDIA Y AMERICA


EL GOBIERNO DE MEXICO ADMITE SU ORIGEN ORIENTAL
(viene del anterior)

Con razón el gobierno de México en su publicación de la ‘Historia de México’ declara que los primeros en llegar a este continente fueron grupos de navegantes que salieron de India rumbo al este. Además hay cuatro teorías en Africa, siete en Asia, y seis en Europa, que atribuyen un origen inmigratorio al pueblo azteca.

En México se hablaban alrededor de treinta y siete idiomas y otros dialectos, y se estima que estuvo habitado desde hace diez mil años o más. La misma tradición mexicana sostiene que sus ancestros vinieron de lejanas tierras y así se lo confirmó el rey Moctezuma a Cortés, tal como el historiador de la época, Bernal Díaz, lo afirma.

La presencia de miles de personas con rasgos hindúes y mogules, sus tradiciones y costumbres religiosas, prueban que inmigraron a estas tierras en gran número. La existencia de una ruta marítima entre India y México es admitida por muchos investigadores y es lo que la historia oficial del gobierno mexicano sostiene, tal como ya fue citado.

Esta teoría también es sostenida por Hewitt, en su libro ‘Primitive Traditional History,’ páginas 832 a 836. El profesor Rama Mena, del Museo Nacional de México, en su libro ‘Arqueología Mexicana,’ dice: “Los tipos humanos son como los de India. Su perfección en los diseños, sus suntuosos adornos en la cabeza, sus ostentosos edificios y sistemas de construcción, nos hablan muy claro de la India y del Oriente. Estudios hechos por el doctor Humberto Cornyn y Magana Peon, concluyen que las lenguas Nahuatl, Zapoteca y Maya, tienen su origen en el sánscrito, también atribuyen una existencia de diez mil años a una civilización encontrada en Palenque.”

Hyatt Verrill, autor de ‘Antiguas Civilizaciones del Nuevo Mundo,’ también sostiene que los pobladores de América provinieron de Oriente. Dice que incluso con una pequeña embarcación se puede navegar de Polinesia a Sudamérica, y que la corriente y vientos del Pacífico arrastran en forma natural hacia este continente.

UN MISMO LENGUAJE, HABITOS Y FACCIONES


La gran similitud en el lenguaje entre tribus de Sudamérica y los dialectos de Oceanía es más que sorprendente, utilizando en miles de ocasiones palabras no sólo similares sino que incluso idénticas. Igual similitud se encuentra en sus costumbres religiosas, hábitos, arte y facciones. Tenemos por ejemplo a los indios Sirionos de Bolivia, quienes por su fino cabello, grandes barbas y rasgos, en nada se diferencian de cualquier tribu hindú. El mismo Hyatt Verril dice que entre los miles de artefactos encontrados en la muy antigua cultura de Cocle en Panamá, un gran número de ellos sólo pueden ser explicados por reconocer la teoría de que las personas que vivieron allí estaban en directo contacto con el Oriente.

Colonel James, autor de ‘El Continente Perdido,’ al hablar de los Mayas, citando palabras de su propia tradición, dice: “Los habitantes de este lugar fueron personas muy poderosas. Ellos tenían grandes embarcaciones con las que viajaban a distantes lugares, a este y oeste, y les tomaba muchas lunas.” El mismo autor concluye: “¿Acaso esto no concuerda con Valmiki cuando dice que los Mayas eran grandes navegantes, cuyos barcos navegaban de este a oeste y de norte a sur por los grandes océanos?” Esto concluye el autor después de cincuenta años estudiando la relación entre América y Oriente.

Mackenzie, en su libro ‘Mitos de la América Pre-Colombina,’ dice que las razones de estas inmigraciones fueron la sed por las riquezas y el oro. El Pacífico, dice, no era un obstáculo mayor que las grandes montañas y los interminables desiertos del viejo mundo, con valles poblados por gente agresiva.

Hewitt dice: Los Mayas y Nahuas de Yucatán, México, eran inmigrantes de las tribus de Magha y Nahusha, quienes pertenecían a una raza de navegantes conocida por los Griegos con el nombre de Fenicios.


LAZOS CULTURALES Y RELIGIOSOS

“La doctrina de las cuatro eras fue importada por la América Pre-Colombina. El orden en México de estas eras es idéntico con el de India... El hecho claro es que provienen de una misma fuente... sería ridículo suponer que tal doctrina proviene de un origen espontáneo en distintas partes del Viejo y Nuevo Mundo,” escribe Mackenzie en Mitos de América Pre-Colombina.

De hecho, la famosa piedra en forma de un enorme disco de doce pies de diámetro y con un peso mayor al de veinte toneladas, mundialmente conocida como el Calendario Azteca, debería ser denominado como la ‘piedra fundamental’ de la cultura Hindú en América. El estudio de este calendario llevado a cabo por Hyatt-Verrill, Mackenzie y Mrs. Nuttal, comprueba la creencia de los Aztecas en la teoría de las cuatro eras o ‘yugas,’ cada una de ellas dependientes del sol, al fin de cada una el mundo encontraba un ya pronosticado desastre. Esta piedra debió ser esculpida en los años 1487 a 1499 y fue tirada entre los escombros del templo por Cortés. En 1560 fue redescubierta, pero el obispo de la época, temiendo su influencia sobre los indígenas, ordenó enterrarla. Así permaneció oculta y olvidada por más de dos siglos hasta su reencuentro en 1790.

Al igual que en la India, los Incas acostumbraban a tocar tambores para ayudar a la luna en los momentos de eclipse. Los antiguos templos piramidales encontrados en México guardan también gran similitud con los de la India, el hogar original de las pirámides. A diferencia de las encontradas en Egipto, éstas no terminan en punta, sino que en una especie de meseta, que servía de altar para hacer ofrendas de sacrificio a los dioses.

Es interesante también notar que el credo de la eternidad del alma y su transmigración prevalecía en todo el continente americano.

Otra asombrosa similitud la encontramos en el campo de la danza. Chamal Lal declara haber visto el mismo tipo de danza entre las antiguas culturas americanas que las practicadas en el valle de Kullu, al Norte de India. Lo mismo afirma la señora Nuttal después de ver la danza Mitotilitli, la cual representa una gran rueda con dos sacerdotes principales en el centro a quienes van rodeando otros bailarines en un orden de mayor a menor importancia. Para preservar el orden en el movimiento circular de la danza, los mayores que recorren un círculo menor, avanzan con lentitud y gravedad, mientras los que están más lejos del centro deben ir a mayor velocidad para mantener la línea de los rayos de la rueda. Esta danza se hacía en honor al movimiento de las estrellas del cielo, y sin duda está lleno de conocimiento y significados.

Esta idea de girar alrededor de un centro, dice la señora Nuttal, la encontró también en un modelo en el Indian Department del South Kesington Museum. Otro tipo de danza idéntico es la que aun se puede ver al Sur de la India en la cual los bailarines se cuelgan de cuerdas y giran alrededor de un palo central, tal como la practicada por los antiguos ‘voladores’ mexicanos.
Hewitt es de la misma idea cuando dice: “Las antiguas danzas de los indios eran muy similares a la de los hindúes, donde para ambos la danza era parte de su adoración.” (Continuará).

Investigación original: Gurudeva Atulananda

lunes, noviembre 21, 2005

II Parte RELACION ENTRE INDIA Y AMERICA

PRESENCIA HINDU (LOS VEDAS) EN AMERICA



El mismo Colón estaba como loco por encontrar una nueva vía para llegar a India, incluso arriesgó su vida y la de su tripulación para ello. Cuando redescubrió el nuevo mundo en 1492 llamó a sus habitantes ‘Indios,’ pensando que había llegado a ella. En un sentido no estaba equivocado ya que muchas ruinas en México, Honduras, Guatemala, Perú y Bolivia, delatan una antigua influencia de la India. En Copan, Honduras, que parece haber sido una ciudad de dioses por sus ruinas de veintidós templos a orillas de un río, encontramos figuras de jinetes con turbantes montados en elefantes, lo que ha sorprendido a los investigadores del tema; incluso una figura de Buda fue encontrada allí en 1892. En los países citados pueden verse figuras de dioses hindúes tales como Ganesha en los templos Incas de Perú y en México, también una deidad de Visnu, en este último país, es fácilmente reconocible por su escultura portando su característico disco y mazo. La revista Mexican Life de Julio de 1935 declara que: “Cuando los españoles llegaron a Yucatán encontraron un gran número de dioses siendo adorados. El dios principal era el de la lluvia, el transformado Ganesha de la India, a su lado marchaba Indra como el dios del maíz... y a su alrededor iban otras divinidades, no sólo pertenecientes al hinduismo ortodoxo, sino también al budismo.”

El renombrado investigador británico, Hewitt dice que “la gran migración tomó lugar al establecerse el comercio marítimo en el océano Indico. El ritual del mar prueba que los inmigrantes, antes de salir de Asia, celebraron un festival al dios de la lluvia, muy similar en sus detalles a los sacrificios que se celebran en India...” Después de presentar muchas otras evidencias el investigador concluye: “No puedo imaginar cómo es posible dudar que los indios de América vinieron de Asia, algunos de ellos pasando por China y Japón, y otros en forma directa.” El mismo autor dice que India no sólo introdujo cultura y dioses en América sino también el algodón, el cual fue primero utilizado en India y China y luego traído a América. El algodón fue conocido en Europa cuando las fuerzas de Alejandro el Grande lo llevaron como una curiosidad.

DEIDADES Y CEREMONIAS HINDUES EN AMERICA
La imagen de encarnación como tortuga de Visnu preservada en el museo de Quiragua en Guatemala, ha constituido un gran puzzle para los antropólogos. El templo más grande en México estaba destinado al señor Siva quien era el dios de la guerra de los mexicanos. Desde la ceremonia de nacimiento hasta los ritos fúnebres, los Aztecas observaron casi las mismas ceremonias que se aprecian en la India, incluido el sistema educativo llamado guru-kula.

Los Incas en Perú observaron la ceremonia del cordón sagrado con la cual son investidos los brahmanas en la India, al igual que el rito de perforar la oreja, y su estructura social era el de las mismas cuatro castas que caracterizan a la antigua cultura hindú. A este respecto el libro ‘The Ayar Incas,’ dice: “El sistema de castas entre los gobernantes Incas era tan rígido como similar al de los Arios brahmanas de India.”

Con razón el autor español López en su libro ‘Las razas Arias del Perú’ dice que cada página de poesía de este pueblo lleva la marca del Ramayana y el Mahabharata. Incluso el sánscrito- sostiene el estudioso Chaman lal- era la lengua secreta de sus gobernantes, tal como el vocabulario Ario-Quechua preparado por López lo confirma. Continuará.
Investigación original: Gurudeva Atulananda

miércoles, noviembre 16, 2005

RELACION ENTRE INDIA Y AMERICA I parte

Origen de la cultura en América

'Nada hay nuevo bajo el sol,’ dice el antiguo adagio, y pensamos que es una verdad muy cierta. Las mismas prácticas y costumbres aparecen en distintas culturas, pero de hecho con distintos nombres y con ciertas diferencias en la forma. Pero en el fondo, en todos lados somos el mismo hombre, con los mismos deseos, necesidades y ambiciones; con una misma vida, con una misma forma de nacer, crecer, envejecer y morir. Compartimos las mismas incógnitas y vamos tras las mismas respuestas. Cuando buscamos nuestro origen, encontramos que la cultura y la sabiduría se pierden en los laberintos del pasado y nunca podemos aseverar que ‘en este momento el hombre comenzó a saber,’ ‘en este momento dejó de ser mico y comenzó a razonar.’ No encontramos ese momento en la historia porque de hecho no existe. El hombre siempre fue hombre y siempre hubo cultura y sabios. El hecho de ciertos hallazgos de cavernícolas no significa que todas las culturas del mundo estuviesen en ese entonces en ese mismo nivel. La ciencia actual vive de suposiciones a las que tilda con el atractivo nombre de teorías, abriendo así las puertas a un mundo de elucubraciones donde no existen respuestas claras ni valores absolutos.

Así como dos más dos siempre fue cuatro, de la misma manera, verdades más elevadas, sutiles y sofisticadas, siempre existieron, y fueron percibidas y apreciadas por personalidades de un carácter más puro y elevado. Nos encontramos en una época en la cual, espíritus más aventurados e inquietos, aprecian los valores de las antiguas culturas y admiten el fracaso de la presente.

Si somos objetivos y sinceros en nuestro análisis, llegaremos a un mismo origen de todas las cosas. Llegaremos a una misma y sola cultura, con un gran libro y lenguaje. Esta cultura no pertenece a ningún pueblo ni región en particular, pertenece al hombre, pero tampoco a cualquier hombre, sino más bien al ario. El término ‘ario,’ no designa ninguna raza en particular ni característica corporal, como se ha mal entendido. Esta palabra es de origen sánscrito y denota a aquellas personas que se inclinan con seriedad por la búsqueda de la verdad. En el Bhagavad Gita podemos encontrarla citada cuando Krishna le dice a Arjuna: ‘an-arya-yustam, asvargyam...’ aquí Krishna dice a su discípulo que los apegos y debilidades materiales no deben confundir a un verdadero ‘arya’ o ario, pues de ser así su futuro será ‘asvargyam,’ o no conducente a los planetas superiores.

El orgullo de este siglo que termina nos ha separado de nuestros antepasados, y en realidad lo hemos estado haciendo ya de mucho tiempo antes. En el afán de volvernos positivistas y pragmáticos limitamos nuestro campo de entendimiento y percepción al que sólo pueden darnos la razón y los sentidos, el resultado de esto ha sido un hombre superficial, sin metas superiores, alienado, confundido, y deprimido. Hemos cerrado las puertas a la fe y hemos insultado las viejas tradiciones, y así hemos seguido adelante, hemos seguido, sin saber ni a quién seguimos.

Las antiguas culturas estuvieron empapadas de un misticismo especial, de un respeto a la naturaleza y a todo lo creado. De un respeto al padre y a la madre, al sacerdote y a los ancianos. Su diario vivir estaba relacionado con una visión cosmológica donde todo estaba insertado como en un organismo perfecto. Organismo que el hombre de hoy se ha encargado de viviseccionar, incapaz de encontrar el motor de vida que lo mantiene latente. Ni siquiera la medicina moderna es capaz de ver el cuerpo humano como un solo órgano y de tratarlo como tal. Todo eso ha desaparecido y sólo queremos dar espacio a lo nuevo. ¿Pero qué es lo nuevo? Lo nuevo no es más que el intento fallido de unos mal llamados científicos que rechazan realidades superiores que con certeza y claridad son entendidas y percibidas por otras miles de personas.

Hoy muchos se lamentan, como si hubiesen perdido un bello libro de poemas. El hombre comienza a sentirse solo y artificialmente apartado de su madre tierra. Se ha vuelto como el joven rebelde que después de un tiempo anhela volver a casa. Sufre por el río que ya no es cristalino, por el aire que ya no es puro, por el alimento que enferma, por los animales que están extintos. El hombre se siente explotado y pobre. Muchos se han sentido engañados y en realidad lo hemos sido. El mismo cristianismo cometió el error de volverse demasiado aristotélico y de querer comulgar demasiado con los racionalistas, sin dar crédito a esas verdades que se revelan en el corazón de quienes sirven con amor y humildad a madre naturaleza, la verdad y lo divino. Primero persiguió la ciencia con ciego fanatismo y luego se doblegó ante ella con igual ceguera.

Arqueólogos, historiadores y antropólogos, parecen estar destapando la olla y demostrando que el verdadero siglo de las luces se dio mucho antes de lo enseñado. A este respecto, el Srimad Bhagvatam o Bhagavata Purana, es un muy valioso documento histórico de lo que fueron antiquísimas culturas que se remontan a millones y millones de años. Este libro, traducido del sánscrito en años relativamente recientes, sin duda traerá una revolución al pensamiento actual de la humanidad.

Si queremos conocer la verdad debemos sentirnos ante el deber de abrir más nuestra mente, y ser más universales y apreciativos de esa misma verdad que buscamos, sin importar donde aparezca, ni quien pueda ser su dueño.

Se ha tratado de sembrar en nosotros admiración y aprecio por lo que viene de Europa, y de afirmar nuestras raíces occidentales ¿Pero quiénes forman estas raíces? Fueron tan sólo intelectuales que en el mejor de los casos intentaron comprender alguna verdad, y en el mayor de ellos, sólo estaban detrás de prestigio y dinero, pero en ambos casos, y siendo muy generosos, sólo alcanzaron pequeños vislumbres de verdades que tanto en el oriente como en muchas de nuestras culturas de América, ya eran más que conocidas y practicadas.

Prueba de ello fue el furor que causó en los europeos los condimentos, las sedas, perfumes y artesanías de la India. Eran como pigmeos descubriendo la sal. Lo mismo sucedió en el campo de la filosofía y la cultura, y así, los filósofos que más lucieron en Europa son los que más se acercaron a las ideas de Oriente. Notables a este respecto son Schopenhauer, Hegel, Hoelderlin, Nietzsche, Carl Jung, entre muchos otros. Pero nuestra intención no es la de criticar sino la de encontrar nuestros orígenes naturales, y entender, con buena voluntad y alegría, que pertenecemos todos a una gran cultura, que somos una gran familia. Diría que esta cultura es la de la humanidad y para nuestra gran familia humana.

Así como recibimos un cuerpo, mente, e inteligencia de Dios, y así como de Él recibimos todo tipo de verduras, cereales, hierbas medicinales, fibras naturales, para atender los menesteres del cuerpo; energías como el sol, el viento, el agua, y animales como el toro y el caballo para ayudar en el trabajo; es muy razonable y hasta un deber admitir que también debió darnos algo para satisfacer necesidades más importantes y elevadas, como son las de la inteligencia y el espíritu. En otras palabras, Dios no sólo nos crea con deseos y necesidades, sino también nos da los medios y recursos para satisfacernos.

Es natural y lógico ver las cosas de esta manera y por ello al hombre de oriente, o más precisamente, al hombre de la cultura Védica, no le costaba aceptar la realidad de un conocimiento superior, revelado, y perfecto, dado por Dios para satisfacer las inquietudes del espíritu, y que orientaba al hombre en todos los aspectos y necesidades de la vida. Pues la filosofía y la verdadera ciencia son el pan del alma.

De esta manera, así como no podemos decir que el aire es el derecho de un solo pueblo, o los rayos del sol, o los cereales del campo; del mismo modo no podemos decir que los Vedas son sólo para cierto grupo étnico. La verdad y el saber son para todos. Dos más dos son cuatro para todos los pueblos y tiempos.

Sin embargo no faltan las personas con espíritu provinciano que tratan de adueñarse de la verdad y de administrarla a su gusto y gana, pero eso es tan absurdo como pretender guardar una canción en una caja. La verdad sólo pertenece a quienes la buscan con sinceridad, no pertenece a ninguna institución ni iglesia, ni a los científicos pragmáticos. Existe desde siempre, junto con la creación del hombre, así como el aire.

Con estas palabras nos acercamos a definir la finalidad de este trabajo, que es probar que nuestras raíces vienen de la India, pero no olvidemos que India no posee cultura ninguna sino que pertenece a una cultura de origen divino, que Dios reveló para todos los hombres. Esta cultura se extendió en distintos grados y medidas por el mundo entero, y hoy se preserva hasta cierto punto en ese país de oriente.

Estamos seguros que en la medida que progrese en la lectura de este artículo, no le quedarán dudas de que las culturas de los indios de América provinieron del oriente. Cuando usted comprenda esto, entenderá que la filosofía de los Vedas y la práctica del yoga no son en nada algo lejano o extraño a nuestras raíces. Como de alguna manera decíamos, la India es un país que siempre da para hablar. Criticado por los materialistas, admirado por los espiritualistas, siempre es un punto de atracción para todos, y este fenómeno viene ya de tiempos antiguos. Continuara...

Investigación Original: Gurudeva Atulananda

domingo, noviembre 13, 2005

Y... ¿dónde está la realidad? ...



Dónde está la verdadera realidad?...

Qué es la información que a diario se publica en los diarios, en los noticieros??? qué significa todo eso para el ser, será esa realidad la de mayor importancia para el hombre???, para aquel pobre ser, explotado por las diversas formas de consumo que le vende su mayor verdugo... los medios de comunicación en especial la televisión, aquella a la que el considera ... su amiga.

No hay algo peor que estar atrapado en esa red creada por el sistema, sí, ese sistema consumidor; ese huracán que devasta el sistema nervioso de la humanidad volviéndola frágil, vulnerable ante cualquier hecho que sucede, que crean, que venden los medios de comunicación; ese disfraz que no permite ver la obscura realidad de las cosas y la verdadera realidad del ser. Sólo son eso, una trampa que no deja escapatoria a esta prisión llamada realidad.

Las verdaderas noticias, los verdaderos sucesos especiales son los que limpian tu mente, iluminan tu corazón y dan fuerza a tu Ser, las que son eternas y resplandecen en el color de las flores, en la sonrisa del niño, el sabor del agua, el color del cielo, en los libros sagrados; esas son las que alimentan tu alma y te conectan con lo superior que habita en tí y en todos, las que te dan la vida. Las otras... son solo patrañas, máscaras que oscurecen tu camino, encandilan tu visión real y estropean tus sentidos; son las que no quieren dejarte ir... que seas libre, que encuentres el verdadero camino de la conciencia, de la autorrealización.
Si el hombre de hoy anda perturbado, no es su culpa, deben saber que ya han saqueado todo su interior, le han robado toda su riqueza, su única herencia legítima y recibida por su naturaleza; lo han dejado sin fe, han derrumbado su puente ... aquel que lo unía con su verdadero hogar, el de naturaleza espiritual, lo recuerdan?, ese mismo espíritu que ahora se volvió un mito, una leyenda ... una utopía; por eso el hombre camina sobre aguas turbulentas, sin quien lo salve, sin quien lo rescate de este océano de miseria, de este charco material donde ahoga su verdadera naturaleza espiritual cual piedra tirada al mar sin un sentido, ese quien no existe para el , ya no cree ni en sí mismo, ahora, cómo creerá en los verdaderos, en los que buscan su único bien, su verdadera salvación?.

Que triste, que desperdicio, todo un esfuerzo de muchos años para que al final sólo se vean miradas derrumbadas por la incertidumbre de un mañana soleado que nunca vendrá, claro, mientras se continúe viviendo en esa falsa realidad creada en la oscuridad de la ignorancia, mientras se continue buscando en los diarios y noticieros la verdad que oscurece al hombre y lo lleva a la nada, al engaño. Téngase en cuenta que todo lo que sucede afuera siempre va a ser dual, esa es la ley, por eso se debe ir abandonando el sensacionalismo de lo que pasa afuera, lo más importante es darse cuenta... qué sucede adentro, en tu interior, en tu mente, en tu sentir, en tu conciencia, eso es lo importante; lo que afuera acontece está dado por lo interno, por la razón y la verdad que circunda en tu interior, si hay mal o bien, todo viene desde adentro; por eso los sabios dicen que la paz no se obtiene con manifestaciones, entregas de armas, desfiles con banderas o con publicidad barata anunciada en la televisión. No, la verdadera paz se obtiene con el cambio de actitudes, de conciencia, con el sacrificio de tu esfuerzo para cambiar tu camino incierto ... ilusorio, tu destino, aquel destino que te lleva a la nada ... al vacio, a repetir la historia nuevamente.

La verdadera paz empieza en tu interior, no afuera, allí solo hay vacío, el cual es llenado por tu propia escencia, por tu propia naturaleza trascendental, nada es creado por otra cosa diferente, por eso cuando fijas tus sentidos demasiado en las cosas que te rodean, las del mundo, te vas desgastando lentamente, tú, alma, te vas marchitando sin darte cuenta; entiende que esas cosas son sólo un imán que atrae tu energía y luego la absorve, roba tu escencia y te condena a vivir absorto en un mundo de fantasías, tribialidades, de vacíos muy dificiles de llenar; eso es lo que deja el sabor del mundo: incertidumbres, vacíos, malas noticias... muy malas, es como un bosque en llamas que arde sin apagar su sed jamás. Por eso el llamado que han dejado los sabios del amanecer es y siempre será:
'Despierta...despierta alma dormida...despierta, tú no perteneces a esta esfera, a este mundo, estás aquí, pero no eres de aquí, eres un viajero, en busca de la verdadera realidad...del verdadero hogar'.
Por eso, no prestes atención a lo que sucede afuera, a los diferentes sucesos que enaltecen, escandalizan o envanecen al mundo y que se publican a diario; vive solamente dedicado a tus cosas pero con tus sentidos, conciencia y alma vigilantes, fijos en la trascendencia; siempre busca esa verdad, la verdad suprema, ella se te dará, si tú la quieres, ella vendrá a tí y te protejerá, no desconfíes, ella te dará lo que necesitas para entender y serás libre, alcanzarás la altura más elevada que un alma puede alcanzar.... siempre espera eso...y pronto vendrá a tí.


viernes, noviembre 11, 2005

Una mirada es una observación ....

Una mirada... es una observación que puede transformar todo tu ser.

La humanidad se sumerge facilmente en el mundo de las superficialidades y basa muchas veces su acción cotidiana en los sucesos más sobresalientes que le rodean, todos ellos manifestados a través de los medios masivos; son pocas las personas que se guían a través de otros factores más eficaces y precisos como la acción del karma (acción y reacción) de ahí que su cotidianidad y de hecho su existencia misma, este sostenida por una conexión universal donde puede encontrar un sentido real, verdadero en sí mismo y no de lo que encuentra por las masas consumidoras de lo trivial y pasajero.