miércoles, mayo 06, 2009
Yoga en la cultura Maya
El término Sánscrito Yoga puede encontrarse de nuevo en la palabra maya Yok'hah que quiere decir a la cima de verdad. Para nuestras consideraciones, es muy interesante investigar la conexión entre la palabra maya Chilambalam que es el nombre para el cuarto de templo de la casta-pirámide Chichen Itza. Esta pirámide tiene el mismo diagrama que un templo Vimana del Sur de India. Ambos están basados en una reja consistente en cuadrados de 8 x 8.
En el Vastu tal reja cuadrada se llama Manduka Mandala, la rana mandala. El centro está formado por un cuadrado hecho de cuatro cuadrados, lo que corresponde al Brahmasthana, el lugar del Brahma. En este lugar la energía divina está tan fuerte que no es conveniente para las personas vivir allí.
En ambos, en los templos Vastu y las pirámides Maya el lugar más sagrado de toda la estructura se localizada exactamente en ese cuadrado. Los Mayas llaman esta área Chilambalam, lo que significa habitación sagrada. Esta habitación es cúbica y corresponde o a la forma original de una habitación en el Vastu.
Adheriendo a este principio, hay un templo Shiva en el Sur de India en el cual el cuarto sagrado o cuarto de conciencia están siendo adorado. Este templo con proporciones inmaculadas se llama Chidambaram y está ranqueado entre los templos Vastu más famosos al Sur de India al lado del Shri Rangam. El mismo concepto de habitación sagrada o vestíbulo de conciencia se llamó Chilambalam por los mayas. Otro confuso paralelo.
Investigación por: Marcus Schmieke
lunes, mayo 04, 2009
Piramides Mayas y Védicas, igualdad en diseño y esencia
viernes, enero 20, 2006
VIII RELACION ENTRE INDIA Y AMERICA
(Viene del anterior)
“¡Oh Creador! ¡Eterno Wiraccocha! ¡Tú quien eres sin segundo hasta los confines de la tierra! ¡Tú que das vida y fuerza a la humanidad, y ordenas que el hombre debe vivir saludable, en paz, y libre de peligro! Manténnos bajo Tu cuidado, y acepta esta ofrenda destinada a complacerte, ¡Oh, Creador!”
“¡Oh, Creador! ¡Señor de los confines del mundo! ¡Oh, más misericordioso! Tú que das vida a todas las cosas, y creas al hombre de manera que pueda vivir, crecer y multiplicarse. Multiplica también los frutos de la tierra, los vegetales, y demás cosas que has hecho para que el hombre no pase hambre ni miseria en la tierra. Preserva los frutos de la tierra, y haznos vivir en paz y salvos.”
El doctor Chakravarti cita una leyenda según la cual “un monje budista llamado Quetzalcoatl llegó a México desde el Este y predicó en contra de los sacrificios humanos en Tula... Al igual que Quetzalcoatl, Wiraccocha también dejó las orillas del Ecuador, después de terminada su misión... La leyenda dice que caminaba sobre las olas del océano.”
CONCLUSION:
Hoy en día, el trabajo de los vaisnavas en América es el de enriquecer nuestra civilización y cultura con la sabiduría Védica. Es un natural descubrir de valores que como hemos visto, no fueron desconocidos por nuestros ancestros, mas la explotación del invasor materialista los hizo desaparecer a la fuerza. Lo que es más triste aun es ver que esta invasión sigue en su acostumbrada embestida, minando día a día las cualidades del hombre.
Debemos entender que la cultura vaisnava es la natural para cada pueblo y región, porque respeta todas las tradiciones de los distintos pueblos y al mismo tiempo enriquece su espíritu.
Por supuesto el material para agotar este tema es interminable y no es el propósito único de este libro, pero me parece que suficiente evidencia ha sido dada como para demostrar que sí existió una relación entre India y los indios de América. Muchos textos se han publicado a este respecto y es la opinión conclusiva de muchos entendidos en el ramo.
En un principio el mundo entero estaba regido bajo una cultura, la impartida por los Vedas, y todo este planeta era llamado Bharata, que es el mismo nombre que hasta hoy tiene la India. En los textos de matemática Védicos encontramos el teorema de Pitágoras, el número ‘pi,’ álgebra, logaritmos, fórmulas para resolver mediante cálculo mental, etc.
En todos los campos del conocimiento podremos encontrar que sus bases están en India, o mejor dicho, en los Vedas, libros de conocimiento que no son propiedad de un país o pueblo, sino que forman parte del patrimonio científico y cultural del universo.
A través de este artículo queremos probar que las raíces de los nativos americanos provienen del Oriente, en especial de India, esto es lo que la historia nos comprueba. Además Oriente, y en particular India con sus Vedas, es la cuna de toda la cultura. Si analizamos en forma objetiva no podremos más que llegar a esta conclusión, y si esto es así, podremos obtener enorme beneficio al acercarnos a madre Veda, ya sin la actitud de estarnos dirigiendo a alguien extraño, sino a nuestro familiar más benévolo y cercano, y podremos beber la leche de su sabiduría.
La famosa carta del jefe indio Seattle enviada al jefe blanco en Washington es prueba más que suficiente de la sabiduría y sensibilidad de nuestros antiguos pueblos, sensibilidad tan tristemente perdida en estos días. Cuando escuchamos de sus palabras y de su estilo y forma de vida, en nuestro fuero interno sabemos que eso es lo que en realidad deseamos para nosotros. Hemos pisoteado el legado de nuestros antepasados en el anhelo de hacer algo mejor con nuestros intentos teóricos e inmaduros. Haríamos mejor en buscar más hondo en el origen de todo saber y conocimiento, los Vedas, y ahí descubriremos con más y más asombro, que esa es la fuente esencial de conocimiento tanto científico como intelectual, que por siglos el hombre de occidente ha estado buscando.
En los Vedas encontraremos los aspectos más refinados de arte, cocina, vestimenta, música, ciencia, etc., en realidad, de todos los ámbitos de la vida humana, no sólo para complacer los sentidos, sino para transmitir paz y armonía a nuestra conciencia, fin para el cual también se practicó una muy sofisticada arquitectura, no sólo en la construcción de templos sino también de viviendas.
Es importante por otro lado admitir que los habitantes originales de América, a pesar de provenir de las sabias tierras de Oriente, no trajeron en su época lo mejor de ellas, es decir, el cultivo de una vida espiritual más elevada; no se dedicaron con mayor profundidad al cultivo de una vida espiritual centrada en el desarrollo del amor por Dios, lo cual es la meta más alta y real de la vida. Su cultura y veneración se dirigió más a la adoración de dioses menores, y su preocupación se orientó más al desarrollo material y económico, que a una seria búsqueda de nuestra alma y de nuestra relación pura y amorosa con Dios. Si esta preocupación no figura como un aspecto fundamental en un grupo social, todo su cuerpo, debido a un corazón impuro, va a decaer a un nivel de despotismos, ambiciones, juegos políticos y diplomacias, que llevan a los pueblos a guerras fratricidas y se vuelven fácil presa de ataques externos. La historia, más que limitarse a ser un mero repaso de hechos pasados, debe dejarnos una lección de valioso aprendizaje. Las distintas culturas del mundo nos muestran que tuvieron un crecimiento natural, pero luego se envanecieron, se volvieron materialistas y déspotas, y al alejarse de los principios divinos, sufrieron su decadencia. Fenómeno que con claridad vivimos en estos días.
La llegada de los invasores puede ser vista como un duro castigo para el hombre de las tierras de América por haberse desviado de los principios más elevados de la religión. No olvidemos que en algunos pueblos se llegaron a practicar sacrificios humanos y otras atrocidades, de las cuales, por supuesto, el pueblo invasor no estaba exento, pues de hecho, con la llegada de éste los sacrificios humanos se multiplicaron.
Es el deber del hombre buscar su relación más elevada con la Suprema Realidad, el Señor. Esta es la enseñanza más esotérica dada en los Vedas y la encontramos en sus textos más confidenciales, como en el Canto del Señor o El Bhagavad Gita, y el muy famoso Bhagavat Purana o Srimad Bhagvatam, que se presenta como ‘el fruto maduro de todo el saber Védico,’ escrito por el santo Vyasa, en su madurez espiritual. En estos textos encontramos detalladas descripciones de la Personalidad de Dios y de Su reino trascendental, y del proceso espiritual yóguico mediante el cual podemos tener realización directa de Él.
Para terminar este artículo y este punto, quiero dejarlos con las palabras de disgusto del mismo Wiraccocha:
“El Inca Yupanqui relata que una vez se le apareció su Dios Wiraccocha quejándosele que, siendo Él el creador de todo y el Señor universal, quien hizo el cielo, el sol, el mundo y los hombres, y que estando bajo Su poder todo lo existente, no se le rendía el culto y la obediencia debida, haciendo mayor veneración al sol, al trueno, a la tierra, y a otras cosas de menor virtud".
(Luis Valcarcel, Historia del Perú Antiguo.)
Investigación original: Gurudeva Atulananda
martes, diciembre 20, 2005
VII Parte - RELACION ENTRE INDIA Y AMERICA
TELEPATIA:
(viene del anterior)
Con lo dicho podemos quitarnos de nuestra mente la imagen del indio con su oreja pegada al suelo tratando de adivinar a ciegas. Como vemos sus conocimientos iban mucho más allá de lo imaginado y por cierto éste debe haber tenido un origen.
De acuerdo con ciertos historiadores y el doctor Durand: ellos predicen la llegada de una persona, cuáles son sus intenciones, pertenencias, etc. por analizar el ladrido de los perros, y seguramente, otros fenómenos naturales. Eran entendidos en leer los mensajes de la naturaleza, mensajes tales como el grito de un pájaro, un eclipse, un temblor, el lamento de un perro, el paso de un animal, etc.
A este respecto debemos admitir que India es famosa por sus yogis cuyos poderes místicos no terminan de asombrar al mundo. Los Vedas también enseñan esta ciencia de leer los anuncios de la naturaleza.
Pero no debemos olvidar la existencia de una ciencia aun más profunda, sutil y elevada, y ésta es la de poner fin al ciclo de nacimientos y muertes, por el proceso de conocer la Verdad Absoluta. Este mundo está lleno de encantos y atractivos, destinados a mantener al hombre bajo este cautiverio. El verdadero buscador de la Verdad no caerá en estas trampas y buscará el fin más elevado, la Verdad Suprema. La adquisición de poderes místicos no es el verdadero fin, pues la meta no es tener más poder, sino más amor. El poder místico envanece a los hombres y les hace pensar que se han vuelto Dios, lo cual constituye un gran absurdo. El avance tecnológico también es un tipo de poder concedido al hombre, y vemos que éste lo ha envanecido y lo ha alejado de su compromiso con lo divino, por lo que está perdiendo el gran beneficio de su vida humana que es desarrollar el amor por Dios.
Sánscrito en Perú
El doctor Chakravarti escribe a este respecto: “En el curso de mi estudio de ciertas palabras Quechuas usadas por los Incas en Perú, los pronombres, números, nombres, miembros del cuerpo, e importantes palabras de uso diario, uno encuentra que no sólo tienen una similitud fonética sino que también semántica, tanto con el Sánscrito como con el Tamil hablados en India,” y a continuación, en su libro llamado ‘The Indians and the Amerindians,’ presenta una lista de palabras de impresionante similitud.
Chaman Lal, en su libro ‘Hindu América,’ presenta a su vez otra lista de palabras de gran semejanza entre el Quechua y el Sánscrito. El autor dice que sólo está presentando una muestra pequeña de ellas, tomadas del Aryo-Quichua Vocabulary compilado por López en Francia. A continuación citamos algunas, de la lista de unas cien palabras, que él presenta:
QUECHUA SANSCRITO
Akapana: nubes coloreadas por el sol Aka: pintura
Anak: cruel Nak: matar
Chinkat: jaguar Sinha: león
Hina: también Ena: también
Zakra: cuerno Vakra: curvo
Kakarpa: tienda Karpara: sombrilla
Llapi: cantar Lap: hablar
Paksha: luna Paksa: luna
Pisi: pequeño Pis: romper en trozos
Pitita: dormitorio Pita: causa
Sacha: árbol Saccha: árbol
Simi: boca Simi: sonrisa
Sipi: atardecer Cipi: rayo de luz
Sunu: vasija Suna: recipiente
Uma: cabeza Uma: inteligencia
Utka: Veloz Utka: ávido
Yana: negro Yana: negro
Investigación Original: Gurudeva Atulananda
jueves, diciembre 15, 2005
VI Parte - RELACION ENTRE INDIA Y AMERICA
VEGETARIANISMO:
(Viene del anterior)
Los antiguos indios de América eran vegetarianos, y aun la mayoría de ellos lo son- escribe Chaman Lal. Él nota la similitud entre el típico pan hindú llamado chapati y la tortilla mexicana, siendo ambos del mismo tamaño, forma y confección. Dice además que en sus visitas a México sintió como si estuviese sirviéndose comida hindú, al probar los platos tradicionales de los indios mexicanos.
En su carta al jefe de Washington, el gran jefe Seattle deplora la matanza de animales que hace el hombre blanco. En ella dice que para los indios cada animal, e incluso cada insecto, son como hermanos, pues comparten un mismo aire.
Si algunos indios comieron carne la consumieron en forma muy medida y después de ofrecer el animal en sacrificio ante el altar. No mantuvieron mataderos como los que hoy vemos en las distintas ciudades del mundo. Consumieron la carne en tiempos de escasez, o como decimos, con mucha moderación. No se recomienda el consumo de carne a quienes desean avanzar en el conocimiento de la verdad. Además, no es un alimento natural al hombre.
Para un vaisnava el consumo de carne es muy deplorable porque él ve a todos como sus hermanos. Comer carne endurece el corazón, cubre la capacidad de sentir, de ser sensible a la verdad. Las verdades más elevadas están todas en el plano de la conciencia, son metafísicas, es decir, no se pueden percibir con los sentidos, no se pueden atrapar mediante telescopios ni fórmulas matemáticas, sino que se manifiestan por sí solas en el corazón de un ser bondadoso.
La verdad tiene su dueño y su custodio, y no va a permitir que sea abusada por alguien indebido. Es una gracia divina. Si alguien puede creer en Dios y en la hermandad universal, debe saberse muy afortunado, porque posee un tipo de fe más elevado que el común de la gente.
El respeto a la vida animal implica el respecto a madre tierra. De lo contrario ¿cómo podemos hablar de amor a la tierra si arrasamos con los seres que la habitan? ¿Cómo puedo decir que amo un país si mato a sus pobladores? Este era un concepto natural al antiguo residente de estas tierras.
La Pachamama, madre tierra. ¿Porqué aceptamos este concepto? ¿Porqué en forma tan natural vemos a la tierra como nuestra madre? Porque no podemos más que aceptarlo de esta manera y la ciencia de la ecología nos demuestra que es así. La industria de la carne es un gran enemigo y el segundo gran contaminante del planeta. Es la causante de la lluvia ácida, de las deforestaciones, erosiones, y hambre en el mundo. Baste por ahora con saber que el mismo espacio de tierra que me puede proveer con ochocientos ochenta kilos de poroto de soja, es el que necesitaría para producir tan sólo cincuenta kilos de carne vacuna.
La tierra es un órgano vivo, que sostiene a otros miles de billones de seres vivos, tal como nuestro cuerpo vivo sostiene a muchos otros seres dentro de él. Debemos aprender a desarrollar este tipo de visión. Nuestra visión actual está muy cerca del fósil y muy lejos del espíritu. Nos han entrenado a estudiar el fósil, a fijarnos en la materia muerta, y han retirado nuestra atención de la conciencia. Esto es un crimen, porque la felicidad, la paz y el amor, pertenecen al mundo consciente, no al fósil.
Para los antiguos habitantes de América, la Tierra, Pachamama, no era una bola muerta flotando en un espacio mecánico, atraída y repelida por otras grandes masas de materia inconsciente. Para el inconsciente nada es consciente, para el consciente, todo es conciencia. Por su gran sensibilidad puede percibir lo sensible en otros seres, y aun más, puede percibir y ver al Supremo Sensible. No verá el mundo regido tan sólo por leyes, sino que por una voluntad por encima de ellas. (Continua)
Investigación Original: Gurudeva Atulananda Acharya
domingo, diciembre 11, 2005
V Parte - RELACION ENTRE INDIA Y AMERICA
OTRAS SEMEJANZAS:
(Viene del anterior)
En forma general, el doctor en antropología B. Chakravarti dice en su obra introductoria: “Cuando estudiamos en profundidad las culturas de América, tal como la Inca en Perú, la Maya en México, o la Sioux en Dakota, encontramos que a pesar de ser culturas tan distantes unas de otras, existe una gran correspondencia en cuanto a ideas, ceremonias y símbolos. Más sorprendente aun es la semejanza que guardan con la antigua cultura de la India, similitud que no se limita tan sólo al tipo de construcción y su iconografía, sino que también comprende más amplias áreas como sus formas de vida, sus costumbres y etiqueta, símbolos y ritos, como la Danza del Sol en USA, los Voladores en México, o los Chadak en India, los cuales persisten tanto en América como en India hasta estos días. En un nivel más profundo la similitud se deja ver en sus visiones con respecto a la vida, religión y filosofía.”
Más adelante, el mismo doctor Chakravarti, acota: “Otras escuelas sostienen que tales similitudes a menudo se deben a una difusión de ideas y prácticas entre ambas civilizaciones. De acuerdo a eruditos como Thomas Wilson, Heine Gedern, Gordon Ekholm, Alden Mason, Chaman Lal y Hugh Fox, los americanos tuvieron contacto con India y el Sur Este de Asia durante el período Pre-Colombino. Ellos señalan la similitud en varios artefactos, símbolos, arquitectura, costumbres e iconografía, como evidencia de estos contactos y de estos intercambios culturales.”
Festival de Rama en Perú
jueves, diciembre 01, 2005
IV Parte - RELACION ENTRE INDIA Y AMERICA
Otro interesante factor de similitud lo encontramos en el color de los templos los cuales son iguales en América y la India, como lo comprueba la doctora Nuttal, quien citando a Schlagintweit en su libro ‘Budismo en Tibet,’ dice que: “Las paredes de los templos miran hacia los cuatro puntos cardinales y cada lado está pintado con un color en particular, verde el Norte, el Este blanco, el Sur amarillo, y rojo el Oeste. Ahora comparen la descripción dada con el templo de Quetzalcoatl en México, del que el historiador español Sahagun, dice:
“El cuarto del Este era denominado ‘la Casa Dorada,’ y estaba decorada con platillos dorados, el cuarto del Oeste era llamado la Casa de Esmeraldas y Turquesas y era por lo tanto azul, el cuarto del Sur estaba decorado con perlas y plata, y el cuarto del Norte de rojos jaspes y conchas. Sahagun describe además un segundo cuarto decorado con los mismos colores. Otra similitud entre los templos de India y México es que ambos son redondos.”
El libro ‘The Ayar Incas,’ dice: “Muchos de los himnos y oraciones Incas eran similares a los nuestros. Su origen común puede encontrarse tanto en el Rig Veda como en el Zend Avesta. Esto fue preservado mediante tradición oral en tiempos aun más antiguos que la invención de la escritura.”
El sistema numérico utilizado por los Mayas era muy similar al antiguo sistema Hindú practicado al menos hasta mediados de este siglo.
Tanto en India como en América la carpa era adorada como un pez sagrado que recuerda la encarnación de Visnu adoptando la forma de un pez.
Con respecto a las divinidades adoradas tanto en Asia como en América, Sir Willyam Jones declara “que cuando el parecido de las formas, en los distintos sistemas de politeísmo, es demasiado grande como para ser accidental, no podemos más que aceptar que cierta conexión, desde tiempo inmemorial, ha subsistido entre las varias naciones que las han adoptado.”
La Trinidad:
Con respecto al tema de la trinidad, aunque los historiadores españoles de la época no lo trataron, o lo evitaron por razones evidentes, Clavigero afirma con claridad que esta doctrina ya era aceptada por los indios de la Península de California. El historiador Acosta informa que el mismo principio era aceptado por los indígenas peruanos y en su afirmación es apoyado por Calancha en su ‘Crónica de la Orden de San Agustín.’
Echeverría sostiene que la deidad principal entre los Indios de Nueva Granada se caracterizaba por tener tres cabezas, dando a entender que eran tres personas con un mismo corazón y voluntad. La tríada peruana, era llamada Tangatanga, y estaba representada por tres estatuas llamadas respectivamente Apuinti, Churiinti, e Intihuaoque; lo que quieren decir: Señor y Padre Sol; Hijo Sol; y Aire o Espíritu, Hermano Sol. A su vez Las Casas dice que en Yucatán también estaban familiarizados con la idea de la Trinidad y que Ycona, Bacab y Echuac, eran los nombres de las tres personas que la componían.
Si analizamos el concepto de la trinidad bajo la visión de los Vedas podremos tener una comprensión muy clara de este mismo principio. De acuerdo a estas escrituras el Padre es Krishna, el Espíritu es el aspecto Omnipresente del Señor conocido como Visnu, y el hijo es el alma, ya que todos somos hijos de Dios. Es absurdo pensar que Dios tiene un solo hijo. De esta manera la trinidad Védica sería: Krishna, Visnu y atman, (alma).
Los Vedas también dicen que estos tres son: ‘uno y diferentes al mismo tiempo,’ a esto le llaman: ‘achintya-bheda-abheda,’ o ‘inconcebible unión y diversidad simultáneas.’ Srila Prabhupad daba a este respecto el ejemplo del fuego del cual podemos deducir su luz y calor. La luz y calor del fuego, decía él, son uno y distintos al mismo tiempo.
Dios es uno, ya sea lo llamemos Krishna, Alá, Jehová, o Viracocha, etc., está en todas partes, y por ello es llamado Visnu, y porque las almas son partes y porciones de Él, (‘amsas’ en sánscrito), también son Él, como las chispas en el fuego. Las chispas del fuego también son fuego.
Los Vedas también nos hablan de otra trilogía que es más conocida en el occidente. Esta es Brahma como el creador, Visnu como el sustentador y Siva como el destructor del universo. En esta trilogía Visnu es el Supremo, y Brahma crea y Siva destruye, gracias al poder que reciben del primero.
Monoteísmo:
Los judíos o cristianos, como pretenden hacernos creer, no son ni los primeros ni los únicos monoteístas que ha tenido el mundo. En realidad todas las culturas antiguas admitían la existencia de un ser supremo cuyo poder y voluntad se ejercía por encima de los demás dioses menores. Un Dios de dioses, concepto que sitúa al Señor en una posición aun más elevada que el presentado por la cristiandad, en donde Dios es sólo el Señor de la humanidad, y ni los animales, ni los árboles, ni demás seres vivos, tienen alma, por lo que no reciben el cuidado que merecen.
Al primer análisis ya podemos descubrir que los indios de América tenían un profundo concepto de Dios, tal como el que encontramos en India, donde el Señor es designado con diferentes nombres y no hay riñas, sectas, ni fanatismo a este respecto. Los indios daban gran importancia al nombre de Dios y lo mencionaban por él.
Lord Kingsborough observa lo siguiente: ‘Ellos consideraban a Tezcatlipoca como poseedor de todos los atributos imaginables, y era tenido por misericordioso o compasivo.’ Dice además que se referían a Él con epítetos tales como: el Supremo Señor del Universo, El Disponedor y Ordenador de todas las Cosas, El que Confunde al Enemigo, El Concededor de Sabiduría, El Padre de la Humanidad, El Juez Justo, El Gobernador de los Reinos, El Padre de la Humanidad, El que Perdona los Pecados, El que Refugia bajo Sus alas, El Dador de Inspiración, Quien se ríe de la sabiduría humana, Quien ordena el matrimonio, Quien da hijos, Quien prolonga la vida, Quien Ama a los caídos, Quien acepta votos, Quien aprecia la caridad, etc.
En India también podemos observar esta tradición de denominar a Dios con distintos nombres de acuerdo a Sus atributos y actividades. Por ejemplo Él es conocido como Krishna o El Más Atractivo; Gopal o El que Cuida las Vacas; Govinda o Quien da Placer a las Vacas, los Sentidos y la Tierra; Mukunda, Quien da la Liberación; Bhakta-vatsala, Quien Protege a Sus devotos, etc.
A diferencia de lo que normalmente se piensa, los Vedas también hablan de un Ser Supremo, de un solo Dios, quien es Krishna, el Supremo Atractivo. Los distintos fenómenos del universo, como la lluvia, la temperatura, el paso de los astros, están entendidos como dependientes de distintas personalidades o entidades conscientes. Toda acción está supeditada a la conciencia. Ésta era su comprensión y fue compartida por todos los pueblos de la antigüedad, Egipcios, Griegos, Romanos, Americanos, etc. Ellos no vieron el universo como un órgano impersonal y mecánico, resultado accidental de una gran explosión.
Educación, Moral, Ritos:
Eric Thompson dice que “los españoles quedaron sorprendidos por el alto valor moral de los nativos, y por su rechazo a la mentira. Por desgracia, el contacto entre ambas civilizaciones trajo una rápida decadencia en los códigos morales de los nativos.”
El mismo saludo de los Incas da clara señal de su refinada y cuidadosa educación. En él se decían ‘ama sua, ama llulla, ama quella.....’ esto es: ‘no seas ladrón, no seas mentiroso, no seas flojo.’
Al igual que el sistema educativo en la India los niños eran puestos al cuidado de los sacerdotes desde los cinco o seis años.
Se les enseñaba a contar los años, astronomía, el arte adivinatorio, remedio para las enfermedades, a leer y escribir, matemáticas, genealogía. A las niñas de la nobleza y de clase media se les enseñaba a hilar y tejer, a cocinar, y otros artes domésticos, y siempre estaban acompañadas por una superior. Otras funciones que realizaban eran las de barrer el templo, cocer ropa para sus deidades, atender el fuego sagrado, etc. Muchas realizaban prácticas religiosas para conseguir en el futuro buenos esposos. Para cuidar su castidad debían mirar el suelo siempre que un extraño les hablaba. Incluso hasta hoy en día no existe el cortejo entre los indios mexicanos, y las muchachas sienten vergüenza de relacionarse con jóvenes sin el permiso de los padres.
“A diferencia de los so llamados cristianos civilizados- escribe Chaman Lal- los indios americanos nunca lucharon contra las mujeres, qué decir de matarlas a ellas o a los niños.”
Muchas creencias y ceremonias entre los Indios de México eran iguales a las sostenidas en India tal como está claramente demostrado por Thompson, en su artículo ‘The Cycle of Life’ escrito en su época para ‘Mexican Life.’ En su trabajo analiza, entre muchas cosas, la ceremonia de nacimiento de un niño; la ceremonia de matrimonio, para la cual, al igual que en India, los arreglos eran más bien concertados por los padres y se recurría al consejo de un astrólogo.
Los Aztecas también acostumbraban a hacer ofrendas en el fuego; cada persona tomaba un trozo de alimento y lo colocaba en el bracero que estaba en el centro de la sala, como un acto de gracia dirigido al dios de las Cosechas.
Otras ceremonias especiales como la de la coronación de un rey, también guardaban gran similitud con las de la India.
El hijo mayor no era necesariamente el sucesor del trono, sino el más diestro.
En la Guerra:
Es triste tener que hablar de la guerra, pero incluso allí mostraron cierto refinamiento y cultura, si así puede decirse de la guerra. No era como lo aprendimos en la televisión, donde sólo se muestran como unos salvajes aullando en un caballo.
Para salir en campaña esperaban un momento propicio, siendo el primer día del mes uno de ellos. Antes de invadir enviaban espías quienes configuraban mapas detallados. En el avance marchaban primero los sacerdotes llevando sus dioses y tras ellos los guerreros más experimentados, dejando más atrás a los novatos. Se trataba de evitar las masacres, y más que matar, buscaban hacer prisioneros. Por la lectura del Ramayana y Mahabharata podemos saber que en la antigua India los guerreros seguían rígidos códigos de guerra que eran respetados a riesgo de la deshonra, y la población civil nunca era comprometida en ella. Sólo los guerreros iban al campo de batalla siguiendo a su rey.
La Familia y otras Costumbres:
Es también notable la similitud en lo que respecta al sentido de la familia, el respeto hacia los mayores y la obediencia al jefe de familia. Los mayores eran, y aun son, tratados como tíos y tías, y los iguales como hermanos. La costumbre de darse regalos, su forma de hablar con muchas gesticulaciones, la forma de sentarse en el suelo con las piernas cruzadas practicada por los hombres, mientras las mujeres se sientan sobre las piernas dobladas... Las mujeres además, como en la India, llevan sus bebés en la espalda.
Los indígenas eran conocedores de las hierbas y extraían lombrices y cálculos con ellas. De hecho, conocían al menos 1400 de ellas, y practicaban la cirugía al igual que los hindúes. Lamentablemente, dicen los investigadores, miles de libros que contenían valiosa información, fueron quemados por los misioneros.
Reencarnación:
Con respecto a la muerte no les preocupaba tanto ésta en sí como la actitud con la que debían enfrentarla, mostrando gran concordancia con la filosofía del Bhagavad Gita. Creían en la inmortalidad del alma y en la reencarnación, y tenían un claro concepto de la vida después de la muerte.
En occidente se ha tratado de ridiculizar la idea de la reencarnación la cual es compartida en forma natural por el hombre de oriente. Muchos pensadores occidentales también la aceptaron apenas tuvieron contacto con las doctrinas de Sócrates y Platón. Para ellos el cuerpo no era más que el vestido del alma, y el alma cambiaba su vestimenta cuando ésta envejecía. Mismo ejemplo lo encontramos en el Bhagavad Gita donde Krishna le dice Arjuna: “Así como un hombre deja sus ropas viejas y las cambia por otras nuevas, así el alma deja un cuerpo anciano y lo cambia por otro nuevo.”
Voltaire dijo: “Si he nacido una vez, ¿porqué no puedo hacerlo dos veces?”
Krishna explica la reencarnación como un hecho que es evidente en esta misma vida, Él dice: “Así como el alma corporificada pasa de la niñez a la juventud, y luego a la vejez; en forma similar, cuando el cuerpo muere, el alma acepta otro cuerpo. Los sabios no se confunden por este cambio.” Así Krishna nos hace ver que en esta misma vida ya hemos cambiado varias veces de cuerpo, y lo seguiremos haciendo. Tuvimos el cuerpo de un bebé, después tuvimos el de un niño, luego el de un adolescente, y antes que eso fuimos una burbuja en el vientre de nuestra madre, ¿dónde están esos cuerpos ahora? Ya no están más. Los tuvimos en el pasado pero ya no están más. Sin embargo somos la misma persona que los ocupó y que los ha visto cambiar. De esta manera podemos comprobar que la reencarnación es un hecho que experimentamos en nosotros mismos y en esta misma vida. Esto es ser en realidad un filósofo y un científico.